Te extraño

Te extraño cuando pasas y no me miras
Te extraño cuando conversas con todos y hace siglos no me hablas
Te extraño cuando te alegras y no compartes conmigo tus alegrías
Te extraño cuando te miro y no volteas
Te extraño cuando tengo frío y no te puedo abrazar
Te extraño cuando tengo miedo y no te siento cerca
Te extraño cuando tengo dudas y no respuestas
Te extraño cuando ya no puedo contar contigo
Te extraño cuando me doy cuenta que todo se acabó
Te extraño cada vez que descubro que te quiero

Te extraño cada vez y cuando
cuando y cada vez
Te extraño cuando te extraño
y no sé cómo mostrartelo
y sólo logro herirte
Te extraño más cuando te voy perdiendo poquito a poco
Te extraño
Te extraño
¿me extrañas?
mejor no respondas

Piconería

Y qué…
si te digo que no soporto tus aires de niño interesante
si maldigo tus citas, tus frases, tu pedantería,

Y qué…
si te digo que ya no me interesa lo que hagas…
si quiero seguir siendo yo

Y es que tu tendencia de justiciero del pueblo
de filósofo de callejón
de poeta muerto en sociedad secreta
me podrá acaso callar,
me ha de impresionar,
me hará cambiar…

Si soy fría, siempre lo fui sólo para el resto,
los que no me conocen
Si soy superficial, sólo arrojo una carcajada en tu cara insípida
y reafirmo una vez más que ya no te soporto

Si alucinas que vivo en mi mundo de cristal
donde se combinan sólo el rosado y el morado,
te equivocas… porque eres tan ciego
que no has sido capaz de ver mis matices grisáceos
mis noches negras sepultándome
el magenta a carne viva que pinta mis mañanas malditas por el estrés

Porque también sufro,
también sé llorar
porque no es tu asunto si aparento ser de porcelana
y en realidad estoy hecha de roble

Porque también canto blues
también sé llorar
porque no es tu asunto si me escuchas tararear una estrofa en inglés
que en realidad dice más de lo que aparenta

Porque también me preocupo
también sé llorar
porque no es tu asunto si me ves sonreír y pronunciar palabras alienadas en tonos freak
y en realidad mi mente sólo piensa en lo que tengo que enfrentar cada tarde después de las dos.

No me mires, si tanto te molesta como soy
No hables de mí, si te enerva “my stupid voice”
No pienses en mí, si la histeria te invade cuando recuerdas que estás equivocado:


que el frío eres tú
que la superficialidad se te subió a la cabeza
y que tus versos son falsos, porque sólo quieres aparentar ser poeta.

Déjame con la moda, la música surfer y mis pósteres de ‘N sync
Déjame con mis sueños de princesa
Déjame con mi alma infantil
Déjame, porque ya no estoy dispuesta.

Y si pretendes juzgar mis versos
porque no tienen rima ni métrica
No es tu asunto… ya no.
Un NO gigante que he construido entre los dos.
Un NUNCA MÁS no sólo de despecho,
sino sostenido en la herida que todavía no se cura,
pero no es tu asunto… ya no.