martes, 21 de septiembre de 2010

Y me pregunto

Y me pregunto, qué es lo que te inspiro
si ella ya es todo.
Y me cuestiono, qué queda para mí
cuando sus pensamientos son tu todo.
Cuando la extrañas,
la escoges después de haberla preferido
sin cesar
sin cesar
sin cesar
cesa
Y me pregunto aún con más firmeza
como una profesora sin didáctica
que amenaza con poner un cero:
¿qué pasa conmigo? ¿qué has hecho de mí?
Y me sigo cuestionando
cómo es que construyo mi alegría
de tus sobras
de tus penas
de los dolores y de cada vez que ella te deja
Y me sigo torturando
cómo es que no te has dado cuenta
de lo que eres para mí
de lo que representas
Le he pedido a Dios
con risas,
con lágrimas,
con promesas

Y me gusta,
me he dado cuenta de que me gusta
hacerme ilusiones a tu lado
pensar que iré de tu mano
Y cada vez que lloras por ella
mi brazo nunca tambalea
mi alma se queda quieta y fuerte
constante y transparente

Y mis palabras te acarician
te alientan
te cuidan y
te entienden

Pero el pecho destroza
mis esperanzas
cuando duele,
duele justo en el centro
Rompe mis deseos,
desmiente a mis sueños
aplasta nuestros reflejos
arruina nuestros momentos
Y justo cuando eso sucede,
lo entiendo
yo ya sé nuevamente
lo que siento
la ilusión agrede
mis silencios
frecuentemente
es cierto
(( yo ya sé que es lo que se viene))
((no puedo evitarlo, te quiero))
((espero poder perdonarme algún día))

A ti

Miro de frente
y veo un cielo perfecto
montañas cubiertas de nieve
gastadas por el tiempo.
Sigo, doy unos pasos más,
y te veo
imponente
gigante
hermoso y
blanco
Me sorprendes…
cuando te veo por mi ventana
cada vez que me levanto.
Mis mejores días
son los que te dejas ver
magnate,
perfecto,
aunque todo este tormento,
toda esta suciedad
te ha ido reduciendo.
Siempre ahí estás tú
cuando las nubes no te cubren
cuando usas el cielo perfecto de lienzo
para plasmarte y regalarme un panorama envidiable.
Y ahí estás tú
y aunque no te vea
sé que estás.
Siempre dispuesto a recordarme
que el mundo es más hermoso
cuando lo ves desde otro ángulo.
Siempre ahí estás tú…
vestido de blanco,
luchando por estar,
por contar tu historia y
batallando por quedarte
bajo tu cielo azul perfecto.

Y así fue...

Y así fue como descubrí lo que ya sospechaba: Sigo enamorada de ti hasta los huesos y tú sigues pensando lo mismo de mí, sigues sintiendo que sólo somos amigos, que sólo podríamos besarnos mil veces y si atraco algo más y luego seguir buscando, a alguien que en serio quieras… porque ¿yo? Qué va, jamás, jamás podría estar contigo… ¿Nosotros? ¿Estar? Es que me imagino cómo lo pensaste dentro de ti cada vez que alguien te planteó la idea, te molestó conmigo, insinuó cosas…

Pero ¿sabes? No entiendo cómo mi lógica no se conecta con mis emociones, cómo mi raciocinio no domina al corazón. No quiero sentir. Nada, nada, nada… no quiero recordar. No puedo. No quiero querer… besarte, abrazarte, escucharte. Te extraño, y tanto! Ya no aguanto. Odio que esto pase. Te amo. Soy de lo peor. Sin embargo, ahora sé… que nunca pasará. No es suficiente saberlo. Sigue doliendo.
27/07