de risas y más risas
y cada molestia que
se desvanecía con
una dulce mirada y picardía,
supe que los momentos
que nos llenan el corazón,
esos que recordamos
con más amor, son los
que no se pueden volver
a tener...
Hoy, me muero por abrazarlos
y arreglarles las blusas y las camisas.
Tal vez peinarlos y
preguntar, entre risas,
si les fue bien con la tarea
que dejó Daniel
o si pasó algo
en Educación Física.
Hoy, me muero por buscarlos
pues en salón no hay nadie formado
y el chino ya llega
para verlos ahí bien parados.
Quiero, también, pedirles de mil formas
que presten atención, porque aunque
no me crean en la U necesitarán saber
qué es una proposición.
Hoy me muero por decirles que
somos una familia y por eso
los chicos no deben pelear con las chicas
y daría lo que fuera por ir a buscar a Ale o a Gianella
para hacer consejería
y que César o Gus levanten la mano
pidiendo que los saque, porque no quieren hacer Física.
Hoy me muero por escuchar a Annita
diciendo "Ay seee" y llorando de la risa.
Y que Kiara entre el horror y la carcajada
me cuente la última de Andreita, que ha dicho
con mucho orgullo que el Danubio Azul fue hecho
por Chayanne y Los Miserables por Valdelomar.
Hoy me muero por seguir plasmando en la pizarra
todos los sueños que construimos y
que al final nos llevaron a Punta Cana
y si pasara una estrella fugaz
pediría que me devuelva ese tiempo
en donde buscaba universidades para Vivi
y en cada recreo si quería encontrar a Katty
tenía que hallar primero a Erick.
Hoy me muero por ver a Gon
encestando canastas junto a Aaron
y preguntándome por qué Alex
faltó otra vez
si ayer, que tarde llegó
me prometió que vendría
aunque sea a Inglés.
Hoy me muero por escuchar otra vez
el discurso que escribió Manuel.
O la trompeta de Antony sonando
divertida y espontánea en pasillo.
O tal vez la voz de Néstor que
regalándome una sonrisa
respondía mi saludo diciendo:
Sí, Missita, estoy bien
y ¿cómo está usted?
Y, aunque sé que esos momentos
no volverán...
Mi corazón alberga la esperanza
y la certeza de que tendremos más...
Y cuando los tengamos,
recordaremos los que ya pasaron
y crearemos nuevos que
nos servirán para seguir
escribiendo nuestro futuro
que ahora es diferente para
cada uno, pero donde
siempre estamos presentes
gracias a esos tiempos en donde
todos fuimos uno.
Momentos de oro puro,
momentos que me hacen
extrañarlos hoy más que antes...
Momentos que arrancan
una sonrisa prolongada,
una vergonzosa lágrima
que no quiere ser derramada.
Momentos que son para siempre
y que con la distancia se hacen
más y más fuertes...
Momentos que ocasionaron
que esta noche se escriban
estos versos, que fueron creados
para que recordarles
cuánto los quiero
y que en mi corazón
siempre están bien grabados...