jueves, 24 de noviembre de 2011

Para ti, Pá.


Es curioso cómo ando buscando y buscando
cuando todo lo que necesito al sentirme sola,
al tener miedo, al no poder dar el siguiente paso:
Eres tú.

Es curioso cómo tardo en darme cuenta
que si me abrazas y me das un beso en la frente
y dices que todo estará bien
me siento fuerte e invencible.

Es curioso cómo aprecio muchos momentos felices,
pero tardo en entender que los más felices son
cuando tomabas de mi mano, me contabas un cuento
y yo era la niña más feliz del universo.

Es curioso cómo puedo saber mucho sobre mil cosas,
conversar sobre muchos temas, contar tantas historias
y al final tener la certeza de que todo lo que sé
es por ti, por todo el tiempo que me has dado.

Es curioso que a veces crea que puedo solucionarlo todo,
que mis planes son firmes y seguros
y que cuando algo sale mal
voy corriendo hacia ti, como cuando tenía cinco años.

Tu voz me calma, todo lo que me has enseñado
me ha convertido en una mejor persona
eres mi respaldo, eres mi descanso.

Mi pena es tu pena, mi alegría es la tuya
mis caídas son tu fracaso y mis triunfos, una satisfacción.
Mi mal humor, un reto a tu paciencia
del que siempre sales victorioso.

Gracias, papá, por todo lo que me has dado.
Te amo con todo mi corazón.
Gracias, papá, por cuidar de mí cada segundo.
Es reconfortante saber que te tengo por siempre a mi lado.
Gracias por dejarme tener tu sello.

Eres el mejor papá del mundo.
Dios no me pudo mandar a alguien mejor. 

1 comentario:

Acuarela dijo...

No es un poema.
Me acordé de ti.