Y de pronto pensaba,
dónde estará, dónde
el amor, dónde.
Y apareces tú,
alto y bronceado,
con los jeans gastados.
Con el pelo negro y
la música reventando
en tus oídos.
Con un abrigo plomo
Y zapatos que combinan,
con mirada seria y misteriosa.
Y te comes las uñas,
De manera disimulada,
Y le subes el volumen a tu mp3
Me miras de reojo,
Te devuelvo la mirada
Sacas tus trident de menta.
Se sube la niña que vende
Le damos 50 centavos,
Nos miramos otra vez.
Sonríes mirando a la nada,
Sospecho que lees lo que
Escribo, no importa, sigo.
Y justo cuando parece
que algo más sucederá :
Baja, baja, paradero, baja.
Alejandra López ©
No hay comentarios:
Publicar un comentario